Siempre se ha enfocado la lactancia materna desde la mirada y vivencias de la mujer, sabiendo poco de quienes acompañan, su importancia e influencia para lograr una Lactancia exitosa.
Dar de mamar implica mucho más que alimentar, es poner en acción la cooperación familiar dividiendo las tareas de cuidado y crianza equitativamente entre la madre y el padre.
El rol del padre, o de quienes acompañan, es necesario y fundamental para favorecer el entorno y mejorar las condiciones emocionales de la madre, reforzando su seguridad y confianza a la hora de alimentar a su bebé Si el padre pudo participar de los encuentros de preparación para la maternidad y paternidad, nada de lo que conlleva la práctica de amamantamiento le resultará extraño y su rol seguirá siendo básicamente el mismo que hasta ahora. Por lo cual, continuará acompañando, sosteniendo, apoyando, conteniendo, involucrándose y viviendo con a la madre la etapa posterior al nacimiento.
Si no fue así, deberá informarse sobre los beneficios, la importancia y las técnicas de amamantamiento, así como los métodos de extracción y conservación de leche, para poder contribuir y apoyar a la madre cuando aparezcan los miedos e incertidumbres normales de esta nueva etapa.
Acompañar la lactancia materna, significa acompañar el inicio de la vida, promocionando, cuidando y protegiendo el CONTACTO PIEL CON PIEL en los primeros segundos después del nacimiento, siempre que el bebé se haya adaptado bien a la vida fuera del útero.
Respetar y fortalecer este primer encuentro es fundamental para que el comienzo de la lactancia sea natural, espontáneo y fluido, los bebés, dentro de la primera hora de vida, presentan características que facilitan el inicio de la lactancia necesitando menos ayuda.
El padre resguardará este primer encuentro y fortalecerá el vínculo afectivo- emocional que se establece entre la madre y su hijo al amamantar.
Durante el tiempo que lleve la internación, el padre, acompañará y apoyará en la práctica de amamantamiento, por momentos su rol será más pasivo, contemplando y disfrutando de esa comunicación única que se produce al dar de mamar entre la mamá y el bebé cuando todo fluye. O más activo, siendo el encargado de los primeros provechos, cambios de pañal, ayudando para posicionar al bebé al pecho o hacerlo/a dormir.
Ya en el hogar, el padre, facilitará, que la madre cuente con espacios cómodos, con la intimidad adecuada, para poder amamantar. Protegiendo, en los casos que sean necesarios, el momento de amamantar en el entorno familiar. Muchas veces, algunos familiares pueden ser un factor de interferencia en la lactancia, tanto por comentarios inapropiados, relatando experiencias propias no muy felices o simplemente por no respetar los tiempos de visita. Estos tiempos dependerán de cada mamá, de lo que esta necesite para poder amamantar sintiéndose tranquila, cómoda y cuidada.
Además, el padre podrá ayudará a diseñar un espacio dentro del hogar donde la madre se sienta más cómoda para amamantar. Esto será de mucha utilidad en los primeros meses, ya que pasaremos gran parte de tiempo dando de mamar. Este espacio se elegirá según el gusto de cada mamá, podrá estar cerca de una ventana, donde contemos con iluminación y ventilación natural, tener una pared pintada de algún color especial para la madre o simplemente presentar alguna imagen o detalle decorativo que la ella escoja.
Además, debería contar con una silla o sillón el más cómodo de la casa, donde la espalada, piernas y pies de la madre estén bien apoyados y una mesa accesoria cercana, para poder apoyar su vaso de agua, en el caso que lo necesité o su almohadón para amamantar.
Puede ser que este recién nacido, cuente con uno, dos o más hermanos, por lo que el rol del padre estará más relacionado al cuidado de éstos y a las tareas del hogar para que todo siga funcionado como antes, así le dará a la madre más tiempo para dedicarse a cubrir las demandas y necesidades de este nuevo bebé Estas son, solo algunas de las situaciones donde el padre, o quienes acompañan, pueden apoyar y cooperar en este camino de dar de mamar, la figura o el rol, que este tome, dependerá de lo que cada mujer necesite o de lo que la dinámica familiar exija.
Obstetra Rocío Valiero
Partera Diplomada en Lactancia Materna- UCU Coordinadora Espacio Natal
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