En primer lugar debemos tener en cuenta que cada bebé, cada mamá, cada familia y contexto en el que viven es diferente, y lo que es bueno para unos, quizá no lo sea para otros…Existen situaciones en las que la lactancia materna es un poco o muy dificultosa… Lo primero que debemos saber es que eso no hace buenas y malas madres…
Todas las personas necesitamos ayuda en mayor o menor medida en lo que respecta a la lactancia materna, en algunos casos los bebés nacen y la lactancia se instaura sin dificultades, en otros inicia más o menos para después acomodarse, en otras arranca bien y luego por diferentes factores no continúa o disminuye, y finalmente en algunos pocos casos no es posible.
Es necesario el apoyo de la familia y del equipo de salud, sin embargo estos por mejor buena voluntad que tengan, no siempre están preparados para acompañar una lactancia con dificultades.
En muchas oportunidades las dificultades se deben a una técnica inadecuada y eso es normal «estás aprendiendo y tú bebé también». Otras muchas veces el problema está en mitos o creencias populares que terminan siendo perjudiciales, tanto desde lo físico como desde lo emocional, ejemplo: «la leche de algunas madres no sirve y tú bebé puede pasar hambre». Algunas veces el problema es anatómico u orgánico y es ahí cuando es necesario el uso de tecnologías específicas.
Es importante entonces contar con información de calidad basada en evidencia y saber que llegado el caso existen personas especialmente formadas que pueden acompañar no solo la lactancia materna, sino también los primeros tiempos de la maternidad-paternidad y crianza.
Permitirnos no ser tan perfectos y solicitar ayuda… Eso hace a las buenas y buenos, madres y padres.
Obstetra Partera, Tamara Videira
Ex. Asistente Clínica Escuela de Parteras, Fac. de Medicina, UdelaR. Asesora en Lactancia Materna, Diplomada en Primera Infancia y Puericultora IULAM
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