“EMPODERÉMOS” ¡Hagamos posible la Lactancia!
Todos los años, en agosto, se celebra la semana Mundial de la Lactancia Materna, más de 120 países reafirman su compromiso de proteger, fomentar y apoyar la lactancia materna trabajando bajo un mismo lema.
“EMPODERÉMOS ¡Hagamos posible la lactancia materna!” es el lema de este año.
Para poder empoderarnos debemos despojarnos de aquellos mitos, historias o vivencias que puedan ser un factor negativo para nuestra práctica de lactancia materna.
Cuando una mujer decide que va amamantar a su bebé, mucho antes de que esta práctica se inicie, ya existen en ella y su pareja influencias, vivencias y miedos en relación a la lactancia, aunque este sea su primer hijo. Esta información, viene dada, en parte por de las vivencias generacionales, los consejos populares e historias de mujeres cercanas, como hermanas y amigas en torno a la lactancia. Todo esto nos marca y puede condicionar en nuestra propia experiencia.
Para apoderarse del proceso de amamantar, los padres necesitarán información de calidad en relación a la lactancia, actualizada y basada en las últimas evidencias científicas, las que deberán llegar a ellos en formas de herramientas que ayuden a comenzar esta nueva etapa de su vida.
Las clases de preparación para la maternidad deben nutrir y fortalecer a la familia, no solo para el parto, sino como también para las etapas posteriores al nacimiento, siendo imprescindible incluir al padre en temas como lactancia y cuidados del recién nacido. Su rol es uno de los factores determinantes para lograr una lactancia exitosa. Además, conocer los derechos que el acto de mamar denota, es fundamental para proteger y fortalecer nuestra maternidad y paternidad, logando así, una lactancia exitosa y duradera.
No podemos olvidar que es responsabilidad de todo el equipo de salud acompañar a la mujer durante la etapa del embarazo, parto y puerperio; y fundamentalmente en el proceso de comenzar y mantener la lactancia.
Comenzando a desmitificar el proceso de amamantamiento, empezaremos a derrocar algunos de los mitos más populares:
- ¿Una mujer tiene que beber agua o leche para producir leche? ¡La respuesta es NO! Es verdad, que las necesidades de agua, de una mujer que esta amamantado, aumentan para mantener el equilibrio osmótico. Es algo parecido a decir; que el cuerpo debe compensar la salida de líquido, a través de la leche. Por lo que la mujer tomará más agua cuando están amamantando, pero no para aumentar la producción de leche.
- ¿Hay madres que no producen suficiente leche? ¡Y la respuesta es nuevamente NO! Para entender esto, es importante conocer algunos aspectos de la anatomía de la glándula mamaria y comprender como se produce la leche. Una vez que salió la placenta luego del nacimiento de un bebé, el cuerpo de la mujer experimenta un nuevo cambio hormonal que trae con él la producción de leche. Al recibir un estímulo mecánico en la mama, la succión del niño/a o un ordeñador, esto dispara en el cerebro la liberación de 2 hormonas: OCCITOCINA y PROLACTINA.
Esta última producirá la leche en cada alveolo mamario y la primera se encargará de su salida hasta senos galactóforos. Los cuales se encuentran, si vemos la mama desde el exterior sobre la areola, lugar donde se colecta la leche para ser extraída luego por la succión del lactante o mediante extracción. Toda la mujer, que atravesó el proceso de nacimiento fuese parto o cesárea, tendrá su maquinaria hormonal en EXELENTES condiciones para comenzar a dar de mamar. - ¿Se debe de amamantar cada 3 horas y 15 minutos de cada mama?
En relación a la frecuencia y a la duración de las mamadas, las últimas normas del Ministerio de Salud en relación a la lactancia materna (2017), establecen la recomendación de amamanta a DEMANDA. Los ritmos los pondrá el bebé, tomando como criterio que se lo deberá alimentar entre 8 a 12 veces por día.
Para asegurarnos que nuestro bebé se alimente de forma correcta y extraiga todo lo que necesita para su desarrollo y crecimiento adecuado debemos dejarlo mamar todo el tiempo que él o ella necesite de una mama y luego ofrecerle la otra.
Los niños recién nacidos realizan varias pausas entre que succionan, degluten, y respiran cuando amamantan, si a los 15 minutos lo/la sacamos, puede ser que no haya podido extraer la cantidad de leche que necesita para satisfacerse.
Además, la leche materna tiene la capacidad de cambiar sus componentes dentro de la misma mamada. Al comienzo de la succión la leche contiene más agua, calma la sed del niño surtiéndolo de inmunoglobulinas. Al final de la mamada se encuentra la mayor concentración de grasa de la leche, brindándole la saciedad y el aumento de peso.
Amamantar cada 3 horas y 15 minutos de cada mama, en los primeros momentos y experiencias del bebé, no nos asegura que este bien alimentado. - ¿El chupete y las tetinas interfieren en la lactancia?
¡Si!, cuando su incorporación, se da, en los primeros días posteriores al nacimiento. Tanto el chupete como las tetinas no se succionan de la misma manera que el pecho, nuestro bebé se puede “confundir” y no mamar de manera adecuada. La colocación de su boca, lengua y los músculos que debe utilizar, para alimentarse de una mamadera o succionar un chupete son diferentes, por lo que su incorporación temprano puede interferir en el aprendizaje de la lactancia.
Estos son los motivos por lo que NO SE RECOMIENDA llevar chupetes ni tetinas en el bolso maternal. En este camino de dar de mamar los padres se encontrarán con profesionales que los seguirán guiando y asesorando en relación a la lactancia en las etapas posteriores al nacimiento. Con apoyo y acompañamiento el proceso empoderamiento será más sencillo, poco a poco los padres se irán familiarizando con la práctica de lactancia comenzando a construir su propia historia.
Obstetra Rocío Valiero
Partera Diplomada en Lactancia Materna- UCU Coordinadora Espacio Natal
espacionataluy@gmail.com
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